jueves, 12 de abril de 2012

México a través del espejo

Desde hace  unos días anda dando vuelta este video que ha provocado reacciones encontradas entre la población mexicana y entre la clase política.  Es un llamado de atención a los actuales candidatos al gobierno, tanto presidenciales como a diputados y senadores. Ellos por supuesto han reaccionado escandalizándose e hipócritamente critican el ver a los niños actuando como adultos sin embargo, ¿dónde quedaron estas críticas cuando el programa Pequeños Gigantes, que esta próximo a tener su segunda temporada, fue lanzado? ¿Cuando defendieron los derechos de estos pequeñines?  Allí ellos cantaban canciones que hablaban de infidelidad, odio, desamor y otros temas de adultos, también bailaban eróticamente, se vestían "sexies" y tenían  horarios de trabajo de adultos.  ¿Porqué allí no hubo indignación? Aquí el video:


 

No sólo duele ver a estos niños actuando violencia de manera tan natural sino que además lástima que es una realidad no sólo para nosotros sino también para ellos.  En México muchos niños han experimentado (cómo mi peque) algún hecho de violencia, muchos de ellos la han observado a través de las noticias en la televisión y otro tanto a través de las portadas de esos asquerosos periódicos de nota roja.  Otro tanto habrá vivido la experiencia de ver a algún familiar irse de mojado o en el peor de los casos lo habrá experimentado.  Muchísimos pasan por el trajín del caos vial de las ciudades y los gritos y protestas en el denso tráfico.  Todos ven mermada su salud por la contaminación ambiental y todos también pueden ver a algún adulto fumando. No necesitamos pensar en el futuro que les estamos dejando a nuestros niños, ¡¡el futuro los ha alcanzado y lo están viviendo en carne propia!! Ahora no sólo tienen que temerle al coco, sino también al vecino que no saben a que se dedica, al desconocido que se sienta a su lado en el microbús, al policía de la esquina y hasta al méndigo que se le acerca en la calle a pedirle un peso.

Es hora del cambio, si, pero del cambio en nosotros mismos.  Ya es hora de dejar nuestro futuro y el de nuestros hijos en manos de otros.  Ya es hora de dejar esa actitud paternalista y esperar que sea el gobierno el que resulva nuestros problemas.  Ya es hora de dejar la sumisión y de informarnos para poner en los puestos políticos a personas que de verdad tengan interés de servicio público y no sólo de obtener su rebanada de pastel.  Ya es hora de empezar a pensar críticamente pero sobre todo: ¡Ya es hora de actuar!

Y aunque los polítcos tienen que empezar a cambiar y velar por los intereses de las personas que los pusieron en sus tan bien pagados puestos, el cambio ha de empezar en nuestras familias. Los padres debemos tomar mayor conciencia del papel que desempeñamos en la vida de nuestros hijos y entender que lo que ellos necesitan para crecer y convertirse en ciudadanos responsables es tiempo en cantidad y calidad. Tiempo para compartir y aprender nuestros valores. Tiempo para convivir y sentirse amados. Tiempo para percibir cuando algo no va bien con ellos. Tiempo para escuchar su pequeñas cuitas y apoyarlos. Tiempo para educarlos en el amor y el respeto.

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