martes, 6 de septiembre de 2011

También el ratón Pérez enseña

Pues eso que a mi hijo mayor hace un par de semanas se le cayeron sus primeros dientes y como ya había leído la historia de este ratoncito y hasta visto la película desde que los tenía flojos andaba emocionado por la moneda que le dejarían bajo su  almohada en la noche. Cabe decir que aunque yo no soy de la idea de fomentar estas creencias lo di la libertad de creer y le seguí el juego (bueno casi, por que el quería una moneda del bicentenario), sin embargo cuando recibió el dinero por el segundo diente me dijo muy seguro que yo había sido quien le había puesto las monedas y me pregunto, como era algo que no me esperaba sólo atine a responderle ¿tú que crees?, pero ya no  respondió porque se salió a jugar y se dio por terminada la conversación.  Luego al día siguiente me enseña unos granitos de maíz palomero y me dice:
 -  mira mami estos son otros dientes que se me cayeron,

los vi y bromee por lo redondo y amarillos que estaban y hasta ahi, no imaginaba yo lo que me esperaba al día siguiente cuando por la tarde se acuerda de que los había puesto bajo la almohada y los busca
 - aja, mami viste que si fuiste tu quien me puso las monedas? por que si hubiese sido el ratoncito Peréz se habría llevado estos!!

Sorprendida por su razonamiento y la trampa que había armado pensé en seguirlo poniendo a prueba y le respondí que el ratoncito tampoco se había creido que eran sus dientes por lo amarillos que estaban  y entonces el dijo:
- bueno entonces voy a escribirle una carta para decirle que estan amarillos por que no me los lavé bien y que se han maltratado un poco al caerseme pero que si son mis dientes.

Valgame dios con este niño, que desde el principio yo he sabido que la idea de creer esta alimentada por el deseo de querer dinero para comprarse sus chuches pero es curioso ver como una parte de si se resiste a la idea y trae su cabeza dando vueltas jajajaja.

Y también a mi me dejo aprendizaje, por que resulta que la mañana que recibió la primera moneda se salió a la tienda a comprarse un panecillo sin avisar y claro cuando yo me levante de la cama a buscarlo por que no lo escuchaba y lo ví regresando de la tienda no me pude controlar y me enoje así que en ese momento le quite el panecillo y el cambio que le quedo de mala manera y por supuesto el muy molesto también reclamo que era su dinero y su pan.  A pesar de la situación me calmé le regrese sus cosas y le expliqué el porque del enojo.  Y yo? me he dicho que no debo volver a reaccionar tan mal y que siempre debo tener las puertas cerradas con llave porque aunque donde vivíamos antes no se salía aquí se siente más seguro y es lo que lo lleva a hacerlo y después de todo el tenía razón y me dio muestra de gran independencia porque hasta suéter se puso para salir

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